En el contexto de la industria alimenticia, elegir el uso de saborizantes naturales o artificiales es un punto de polémica. De igual manera por el consumidor como por el productor. Puesto que los consumidores buscan adquirir el producto lo más natural posible por diversas razones. Entre ellas podemos mencionar la seguridad, el hecho de que sean saludables. Por su lado, el productor puede apelar buscando por supuesto que beneficien el sabor y la durabilidad del producto. Sin embargo, la pregunta prevalece ¿Es mejor utilizar saborizantes naturales o artificiales? Sigue leyendo pues a continuación hablaremos al respecto.
Los saborizantes naturales tienen su origen en fuentes animales o vegetales y se extraen por medio de distintos procesos. Tales como: por medio de calor, deshidratación, moliendo los ingredientes o por fermentación, etc. Por otro lado, los saborizantes artificiales utilizan compuestos químicos para emular ciertos sabores u olores específicos. Cabe destacar que aunque los saborizantes naturales pueden parecer más saludables por su origen, no necesariamente es así. Ya que los saborizantes artificiales muchas veces ofrecen mayor durabilidad, estabilidad y a su vez, disminución de costos de producción. Además no comprometen la seguridad alimentaria. Realmente la elección de uno u otro dependerá de los procesos de cada alimento, el acceso a los ingredientes y la durabilidad necesaria del producto.
En Estados Unidos la FDA o Administración de Alimentos y Medicamentos es la instancia encargada de regular y aprobar el uso de saborizantes, colorantes y de más aditivos alimenticios. Además regulan medicamentos, cosméticos y otros productos de consumo humano.
En el año 2018, la FDA prohibió 6 saborizantes artificiales que previamente había aprobado. Esto debido a que estudios relacionaron su uso con riesgo de cáncer en los animales de laboratorio en los que se administraba. A pesar de que las pruebas validaron este riesgo solamente en dosis muy altas o extremas, su uso se descontinuó. Así, la FDA brindó un lapso de tiempo de 24 meses para realizar el reemplazo de los mismos en sus ingredientes.
Cabe destacar, que la cantidad utilizada para el consumo humano está muy por debajo de los límites relacionados al cáncer. Sin embargo, la FDA no hizo excepción y aún así, solicitó a las empresas modificar sus composición.
Por otro lado, es importante mencionar que, desde el punto de vista de composición química, los saborizantes naturales difieren de los artificiales solo en su origen. Ya que contienen los mismos elementos, sólo que sintéticos. Además, se resalta el hecho de que los saborizantes naturales no son exponencialmente “más seguros” que los artificiales. Claro, siempre y cuando se consuman en las cantidades aprobadas.
Desde el punto de vista de los productores, la diferencia de uso entre uno u otro reside en la sostenibilidad. Es decir, la optimización de recursos, ya que los saborizantes naturales pueden llegar a requerir mayor cantidad de recursos naturales. Por otro lado, los saborizantes artificiales optimizan los procesos de producción.
Por lo tanto, entre los saborizantes naturales y artificiales, la mejor opción será determinada en función del tipo de producto, las regulaciones de cada país o instancia y las preferencias del mercado meta. Buscando siempre respetar los lineamientos de seguridad y calidad establecidos por las diferentes instituciones reguladoras como la FDA, Foods Standards Agency en Reino Unido o la COFEPRIS en México.
Ahora ya sabes cuál es la mejor opción para tus productos si debes decidir entre saborizantes naturales y artificiales. Si deseas obtener asesoría específica para tus productos, ponte en contacto con nosotros. Te brindaremos recomendaciones que se ajusten a tus necesidades específicas y requerimientos de tus productos.
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Fuentes:
https://www.food.gov.uk/business-guidance/regulated-products-application-guidance
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/food-additives
